
La mayoría conservadora de la Corte Suprema falló a favor de que se reanuden los desalojos en todo Estados Unidos, lo que impide que la administración de Joe Biden aplique una prohibición temporal, que se había implementado debido a la pandemia de coronavirus.
Aproximadamente 3.5 millones de personas en los Estados Unidos enfrentarían la amenaza de un desalojo en los próximos dos meses, según datos de la Oficina del Censo difundidos a principios de agosto.
La Corte Suprema dijo en una opinión no firmada el jueves que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), que volvieron a imponer la moratoria el 3 de agosto, carecían de autoridad para hacerlo sin una autorización explícita del Congreso según la ley federal. Los jueces rechazaron los argumentos de la administración en apoyo de la autoridad de los CDC. Los tres jueces liberales discreparon.
La semana pasada, una corte federal de apelaciones había permitido que se mantuviera en efecto la moratoria a los desalojos a causa de la pandemia de covid-19 impuesta por los CDC.
Un panel de tres jueces del Distrito de Columbia rechazó entonces una petición de agentes inmobiliarios de Alabama y Georgia para bloquear la moratoria de desalojo restablecida a principios de agosto y que protegía a los propietarios de 80% de los condados del país al menos hasta el 3 de octubre.
La moratoria de los CDC detuvo temporalmente los desalojos en los condados con “niveles elevados y sustanciales” de transmisión de covid-19 y cubriría áreas donde vive más del 90% de la población del país.
La Casa Blanca, a través de un comunicado, había manifestado el 20 de agosto que la administración Biden sostenía que la moratoria de los CDC era “un uso adecuado de su autoridad legal”.
Es la segunda derrota en la Corte Suprema para la administración esta semana. El martes, la mayor autoridad judicial del país permitió efectivamente el restablecimiento de una política de la era Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México para sus audiencias. La nueva administración había intentado poner fin al programa Remain in Mexico (Quédate en México), como se le conoce informalmente.