Violencia doméstica en la comunidad hispana

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una de cada tres mujeres hispanas en el país han experimentado algún tipo de violencia doméstica.
Noticias Wink pudo hablar con “María” quien afirma que el refugio para mujeres y niños abusados en Naples le cambió la vida.

“Fue una decisión muy difícil, pero vine con mis hijos y cuando entre aquí, vi que habían muchas posibilidades donde mis hijos estuvieran muy contentos, gracias a Dios desde el primer momento”, dijo María sobre su llegada al centro y también cuenta como la vida de sus hijos cambió, “antes el niño mío más grande le gustaba coger al hermano y a veces le hacia [apretaba] el cuello. Ya no. Ya hablamos más. Ya no se ven nada. Es otro cambio diferente”.

“Ayudar a la juventud a aprender que no es correcto. Que todo es para tener igualdad entre mujeres y hombres”, dice Norma Hernández Rodríguez quien trabaja en el refugio de Immokalee. Dice que, además de enseñar a las niñas a identificar los comportamientos, es importante educar a los niños en el tema. Algo que intentan con su programa ‘Raising Gentlemen’ [Criando Caballeros]. “Ayudar a los niños a aprender a ser mejores hombres en su familias, para quebrar el ciclo de violencia en la comunidad”.

Hernández agrega que hay costumbres culturales que juegan un rol en casos de violencia doméstica, por ejemplo el machismo. “Muchas veces vemos que el machismo, el hombre continua usando el poder y el control para mantener y apagar y sostener a la mujer abajo (…) son cosas que han pasado de generación en generación. La madre lo sufrió, la abuela lo sufrió. Muchas veces volvemos a la vergüenza, la mujer piensa que es vergonzoso dejar a su marido” explica Hernández y dice que para romper con el ciclo generacional la clave está en la educación “para tratar de prevenir la violencia doméstica uno tiene que educar a la comunidad. Dejarle saber los recursos que hay disponibles para las mujeres”.