El impacto silencioso del calor: Cómo afecta a tu bienestar mental

Más allá de las altas temperaturas y los riesgos físicos, el verano también ejerce una influencia notable en nuestra salud mental. Expertos advierten que el malestar generado por el calor puede suscitar sentimientos de aislamiento, ansiedad y depresión.

La incomodidad física que trae consigo el calor puede alterar nuestras rutinas y llevarnos a evitar actividades sociales, intensificando la sensación de soledad. “Estar confinados en interiores y alejados de nuestros seres queridos, junto con la imposibilidad de realizar actividades habituales, puede aumentar sentimientos negativos”, comenta Melissa Bogle, Enfermera Psiquiátrica.

El calor extremo puede también intensificar los síntomas emocionales. “La exposición al calor incrementa los niveles de cortisol, afectando la serotonina que regula el estado de ánimo”, señala Charles Patti, de My Self Wellness.

Estos cambios pueden tener implicaciones graves. “Se ha vinculado con agresión, violencia doméstica y suicidio”, advierte Bogle.

Para mantener la salud mental en verano, cuidar el cuerpo es crucial. “Una dieta ligera y saludable, evitar alimentos fritos, moderar el alcohol y mantenerse hidratado son fundamentales”, aconseja Patti.

Si tomas medicamentos psiquiátricos, como estabilizadores de ánimo, prestar atención a la hidratación es esencial.

En resumen, el calor trae consigo retos emocionales. Equilibrar el autocuidado físico y la atención a la salud mental es clave. Mantenerse hidratado, cuidar la alimentación y buscar apoyo son herramientas para sobrellevar los desafíos del calor y proteger tanto el cuerpo como la mente.